De Spiderman a Tick, Tick… BOOM!, Andrew Garfield demostró que más que un superhéroe es un actor extraordinario. El filme de Lin-Manuel Miranda se consolida como un musical lleno de emociones y carente de tiempo, perfectamente dominado por Andrew.
El californiano encarnó a Jonathan Larson, dramaturgo de Hollywood mejor conocido por su obra maestra Rent, para correr contra el reloj mientras se funde en la pasión del teatro y la música.
Si aún no te has permitido disfrutar de esta película, aquí te damos cuatro razones para hacerlo.
1. Andrew Garfield: Interpretación sin precedentes
Anteriormente, Garfield había ganado una nominación al Óscar como Mejor Actor por su trabajo en Hasta el último hombre; no obstante, en esta ocasión podría trascender de «nominado» a «ganador» por su actuación en Tick, Tick… BOOM!
Pese a su falta de experiencia en los musicales, el artista se preparó por un año para dominar su papel, lo que trajo consigo ensayos intensivos que culminaron en un increíble debut.
Su técnica vocal silenció a quienes dudaban de su habilidad hasta ahora desconocida. En una entrevista para la CBS, Lin-Manuel declaró haber pensado en Andrew para su cinta cuando observó su participación en Angels in America, pero temía que éste fuera incapaz de cantar.
Después de sostener una llamada con él y preguntarle si podía hacerlo, el oriundo de Epson prometió que en el lapso de un año estaría listo para darle vida a Jonathan.
Durante ese periodo fue entrenado por coaches vocales, incluida Liz Caplan, una famosa maestra de Música en Nueva York. De ese modo, su voz se compaginó con los matices de su rostro, elementos que le dieron a esta película un toque emotivo y bañado de circunstancias imprevisibles.
«Andrew realmente se entregó con mucho entusiasmo… Acabamos de ver nacer a un cantante. Fue bastante extraño. Es tan talentoso», manifestó Miranda.
2. Música que invadirá tu playlist por siempre
Compuesta por el mismísimo Jonathan Larson, la trama musical de esta producción es un vistazo al acontecer de las personas, quienes se debaten por seguir sus ideales o ceder ante las expectativas ajenas de la felicidad.
Canciones como 30/90, Johny Can’t Decide, Boho Days y Why despliegan la ambición de un hombre cuyo talento es insuficiente para mantener la estabilidad anhelada por los adultos. Acaparan la mente del espectador para reír por el infortunio de los desahuciados o sentir la nostalgia del amor que nos deja para desplegar sus alas y volar..
«Jaulas o alas. ¿Cuál prefieres? Pregúntaselo a las aves. ¿Miedo o amor? No digas la respuesta«.
Extraído del tema No more.
No importa si eres amante o no de este género, pues conectar con las piezas musicales sujetas a la melancolía del piano es sencillo, gracias a una serie de elementos que colaboran entre sí para traerte una historia real y vigente.
3. Emociones a flor de piel, actuaciones inolvidables
Aunque Andrew es el foco de atención de todos los críticos, es necesario darle un espacio al cast integrado por Alexandra Shipp, Vanessa Hudgens, Robin de Jesús, Joshua Henry, Richard Kind, entre otros.
Principalmente las intervenciones de Alexandra como Susan y Robin como Michael, el mejor amigo de nuestro protagonista, mantienen una coherencia única y están a la par de quien yace como el centro de la trama.
Quien probablemente se robará los corazones de muchos es Michael, cuya amistad incondicional nos hace confiar en que los seres humanos pueden ser leales a los que aman sin importar las circunstancias.
Por supuesto, Vanessa, la cual se distingue por haber participado en High School Musical e Intercambio de Princesas, confirma una vez más que nació para ser una estrella de Hollywood debido a la potencia de su voz.
4. Lecciones que te llevarán a cuestionar la felicidad
Si te encuentras en el tercer piso, lograrás identificarte con la vida de Larson en más de un sentido, aunque también está dirigida para los jóvenes que recién empiezan su camino y se debaten por jugarse el todo por el todo o conformarse con la elección de otro.
El filme contrapone dos visiones del éxito; la primera se basa en la edad. el número de triunfos obtenidos (entre más joven hayas conquistado la meta, mejor), la estabilidad económica y un empleo de ensueño; la segunda se nutre de la pasión, de explotar tu creatividad al límite, aun cuando nadie confíe en tus planes o carezcas de una fuente de empleo «segura».
En múltiples ocasiones Jonathan gira la vista al calendario, esperando porque los sacrificios transmuten en oportunidades. Pero la cruda realidad lo somete a una carrera contrarreloj, mientras ve el aliento de sus seres queridos debilitarse y el amor de su vida está por abandonarlo.
El nudo en la garganta te tomará por sorpresa más de una vez, sin embargo, la moraleja se desplegará frente a ti para darte alivio: Estás vivo, lo tienes todo, solo debes abrir los ojos y apegarte a tus términos.