El cine coreano despegó de su sitio para imponerse como una de las industrias más importantes. Muchos recuerdan su auge después de Parasite, la cual, más allá de adjudicarse el Óscar, confirmó la calidad de las producciones realizadas al otro lado del mundo. Es así como nace Hallyuwood, término que merece un apartado especial, pues no por nada le está pisando los talones a nuestro vecino del norte.
¿Qué es Hallyuwood?
La palabra se compone con el término «Hallyu», el cual se refiere a la ola coreana que dio pie a la difusión de los productos culturales originarios de este país. Es así como nace Hallyuwood, concepto con el que se designa a la industria cinematográfica de dicho territorio, mismo que fue utilizado por medios de comunicación como CNN para explicar su influencia en el público internacional.
Esta hazaña empezó hace tres décadas, cuando la Gran Nación recién se recuperaba de la crisis financiera que azotó a su población en 1997. Considerado como «un milagro», ahora es una potencia mundial que sabe explotar el talento de sus artistas.
Empezando por el k-pop y los k-dramas, estos se traducen en cifras millonarias por el marketing, la publicidad y los apoyos gubernamentales que el presidente Moon Jae In brinda a la cultura. No obstante, el impulso más grande se lo dio el reino de las fantasías, a tal punto que en los últimos años se cree que la meca del cine no está solo en Estados Unidos, sino en Asia.
Auge de la cinematografía coreana
La conquista fue posible con la entrada de cineastas jóvenes que compartieron su filosofía a través de métodos innovadores. Las horror movies fueron parte esencial de esta iniciativa, pues es uno de los géneros más destacados de la nueva era.
Lo anterior, fue respaldado por la élite, es decir, por los chaebols, quienes propiciaron la consolidación del Festival Internacional de Cine de Busan, así como de la Corean Film Corporation. Tales piezas, se apegaron a la protección de los contenidos audiovisuales junto con una ley creada en 2005 para reducir el número de filmes extranjeros que se consumirían en el territorio.
De esa forma, la cuna del Kimchi convirtió a las audiencias en fieles seguidores de las obras creadas por las manos de sus compatriotas. Además, se decidió que el arte se alejara del estado para que fuera liderado por el sector privado, siempre y cuando el gobierno les cediera un espacio en los cinemas.
No te lo digo yo, lo dice el Óscar
Lo anterior, se constató en 2020, cuando Parasite se convirtió en la primera película de habla no inglesa en ganarse la preciada estatuilla. Pese a que los galardones de la Academia han perdido credibilidad, en este caso la decisión fue apoyada por el público ante la calidad fílmica que Bong Joon Ho le regaló a la obra.
Algo similar ocurrió el año pasado con Minari, producción encabezada por Isaac Chung que fue nominada a seis categorías, entre ellas: Mejor Guion Original, Mejor Película, y Mejor Actriz de Reparto. Este último, se le concedió a Youn Yuh Jung, quien encarnó a la abuelita de la familia.
De igual forma, la historia del núcleo Yi, se llevó un Globo de Oro por Mejor Película de habla no inglesa, lo que indica una fuerte presencia por parte de directores surcoreanos que apuestan por argumentos con sustancia.
Filmes súper taquilleros
Eso no es todo, pues en taquilla diversos títulos ha recaudado ingresos históricos. El caso más próximo es Tren a Busan, la cual fue protagonizada por Gong Yoo y cuyo éxito atrajo la atención de los amantes del terror. La horda de zombies, acompañada por la solemne actuación de los personajes estelares, permitió que su director se llevara 80 millones de dólares (MDD) a la bolsa.
Dicha cinta se coronó en Malasia, Hong Kong y Singapur como un de los thrillers más asombrosos de los últimos tiempos. Además, ganó un premio de audiencia por Película más popular y un galardón especial técnico en los Blue Dragon Awards, la ceremonia más importante del país.
A la lista se le suman Masquerade de Choo Chang Min (94.2 MDD), Por encima de la ley de Ryoo Seung Wan (94.3 MDD), Asesinos de Choi Dong Hoon (96 MDD), Along with de Gods: Los últimos 49 días (97 MDD) y El almirante: rugido de las corrientes (138 MDD).
Rasgos adictivos de sus tramas
El pilar para su apogeo sin duda es la variedad existente entre los dramas. Contradictoriamente a lo que sucede en México, los cineastas le sacan provecho a la acción, el romance, la fantasía, la comedia y los acontecimientos históricos que marcaron a su población.
Más que entretener, las premisas se alzan como moralejas de reflexión que dejan al espectador con un hueco en el estómago. Los finales (en su mayoría abiertos) generan la sensación de que faltó algo, y ese algo sólo puede encontrarse cuando el individuo conecta los hilos para llegar a una conclusión.
Las narrativas son capaces de tocar dilemas contemporáneos o cuestionar la transigencia de nuestro pasado, lo que las transforma en historias sofisticadas y actuales. Tal es el caso de los filmes basados en los crímenes que acontecieron dentro de sus fronteras; mismas que más allá de «incentivar» el morbo, buscan hacerle justicia a las víctimas de tales hechos.
El contendiente indiscutible de EUA
Estados Unidos, otro referente de la industria, supo posicionarse y mantener su reinado sobre el resto del planeta. Es innegable el talento del norte para edificar franquicias millonarias que siempre terminan con la ovación del público.
PERO (aquí viene el pero), su invasión en la cartelera internacional le ha quitado los reflectores a otras películas tan buenos (o mejores). Lo hemos visto en México y Corea del Sur no es la excepción, aunque dentro de sus límites impone sus propias reglas.
Prueba de ello son los largometrajes de superhéroes, las cuales no consiguen encabezar el ranking dentro de la nación, ya que siempre serán superadas por los productos del mercado coreano (a excepción de Batman, la cual consiguió una de las mejores aperturas con 1.7 MDD). El blockbuster estadounidense no tiene permiso para acapararlo, cosa de la que pocos pueden sentirse orgullosos.
“Una vez que superen la muralla de una pulgada de alto de los subtítulos, encontrarán muchas más películas increíbles”.
Bong Joon Ho
Esto explicaría porqué Norteamérica se ha interesado en establecer relaciones que les dé más visibilidad a ambos. El k-contenido ha encontrado adeptos en esta parte del continente y pronto hará lo mismo en Latinoamérica, donde los cinéfilos le abrió las puertas gracias a servicios de streaming como Netflix y Amazon Prime.
La pregunta es: ¿tú también le darás una oportunidad a Hallyuwood? ¡No nos decepciones!
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